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    Desde 01/01/2016




    Boca y River compiten para ver quién la tiene más grande

    Todos sabemos que Boca y River son los dos clubes más importantes de Argentina y cada partido que juegan es considerado "el clásico de los clásicos". Ahora parece que juegan pero para ver quién la tiene más grande (la cancha).

    La cancha de River, después de una importante modificación y ampliación, tiene una capacidad para 83.196 hinchas y ahora comienza una segunda etapa que aumentará aún más su espacio, que podrá albergar a 84.600 simpatizantes.

    Proyecto de nueva Bombonera

    Por su parte, a Boca la Bombonera le queda chica y desde hace varios años debaten si ampliarla o construir un nuevo estadio. Aunque los hinchas siempre se resistieron y rechazan la idea de mudarse, ahora evalúan nuevamente la posibilidad de construir uno con capacidad para 100.000 espectadores, dentro de los límites del barrio.

    Hasta el momento, es River quien tiene el estadio más grande de sudamérica, pero el Club "de la mitad más uno" podría llegar a tener uno que lo supere.

    Hace varios años, Alberto José Armando, que era el presidente de Boca, había anunciado con entusiasmo que se construiría un nuevo estadio en la flamante Ciudad deportiva, en la zona de Costanera sur, pero nunca sucedió.

    Ya pasaron más de 50 años y se sigue discutiendo el proyecto de un estadio más grande a poco tiempo de las próximas elecciones de autoridades del Club, el oficialismo mantiene su postura de ampliar la Bombonera. Los dos candidatos opositores, en cambio, plantean la construcción de un estadio nuevo. Aunque en realidad, por la notable diferencia de tiempos de obra, resultan ser dos soluciones posibles a dos problemas distintos.

    La Bombonera se había inaugurado el 25 de mayo de 1940 y fue concebida con un problema que no pudo resolverse desde entonces, cuando el geómetra Raúl Bes, les planteó a los arquitectos Delpini y Sulcic (estudio que proyectó el estadio), que la superficie ideal de la obra sería incluyendo las dos medias manzanas compuestas por las actuales calles Brandsen, Del Valle Iberlucea, Aristóbulo del Valle y el pasaje Zolezzi, atravesadas por Pinzón, pero Boca nunca pudo comprar esos lotes que hubiesen completado el Estadio ideal.

    Ante la imposibilidad de expandirse para ninguno de los cuatro costados, el ingenio del estudio ganador hizo posible construir, sobre un terreno de 187m x 120m x 114m, un estadio lo suficientemente grande como para contener a los hinchas de Boca. El primer objetivo fue, como mínimo, duplicar las 25.000 localidades que entraban en el viejo estadio de madera ubicado en ese mismo lugar.

    Mediante la construcción de tribunas escamadas, con estructuras de hormigón armado, el estudio Delpini-Sulcic-Bes edificó la Bombonera y nueve años más tarde se pudo completar la obra propuesta. Fue en 1953, cuando se inauguró la tercera bandeja.

    Cuando la Bombonera tenía solo 21 años de existencia, surgió la primera propuesta construir otro estadio. Fue idea de Alberto José Armando, que como presidente de Boca planteó en 1961 que el club debía tener una cancha mucho más grande.

    Según afirmó el dirigente, la nueva Bombonera para 100.000 espectadores se inauguraría “el 25 de mayo de 1975, a las 11 de la mañana”, como atracción mayor de la Ciudad Deportiva de Boca, un megaproyecto imaginado sobre terrenos que primero había que ganarle al río.

    La recaudación de fondos fue menor a la esperada, la construcción no era tan sencilla como se preveía y la imprevisible política y económica argentina terminaron de hundir la idea de un estadio nuevo para Boca.

    La última reforma importante se hizo en 1996. Ese año, en los primeros meses de la presidencia del club de Mauricio Macri, los viejos palcos y la emblemática Torre de Homenajes fueron derrumbados. Allí se construyeron las actuales plateas preferenciales. Fue una reforma alejada de la arquitectura original y además, no terminó de resolver el problema de espacio, ya que allí entran poco más de 2000 personas.

    Tiempo después, cuando Angelici asumió la presidencia volvió a plantear el tema de construir un nuevo estadio con capitales árabes, pero tampoco se concretó y además, durante su presidencia se triplicó la cantidad de socios, que pasó de 60 mil a 180 mil, a fines de 2019, por lo cual el estadio quedó aún más chico.

    Lo cierto es que no es algo fácil de resolver, ya que al momento de su construcción, la Bombonera no estaba como hoy, rodeada de edificios, en medio de calles estrechas y una vía que corta la conexión entre las dos principales avenidas (Patricios y Almirante Brown), entonces eso es lo que dificulta pensar en una ampliación.

    Durante la gestión de Jorge Ameal, se intentó comprar las propiedades sobre Del Valle Iberlucea, pero no se logró y ahora aseguran que se presentará un proyecto, a través de un bloque de legisladores, sobre un cambio de zonificación, que aparentemente sería aprobado, aunque también trascendió que el presupuesto planteado para el ejercicio 23/24, destinaría $ 138.346.260 al ítem "Mantenimiento Inmueble y Muebles" de la Bombonera, pero no figura ninguna inversión vinculada con la hipotética ampliación del estadio.

    Asimismo, aunque nadie quiere decirlo, puertas adentro reconocen que este proyecto es inviable sin una decisión drástica. Todo está vinculado de manera directa con los vecinos que viven en las dos medias manzanas compuestas hoy por las calles Brandsen, Del Valle Iberlucea, Aristóbulo del Valle y el pasaje Zolezzi, atravesadas por Pinzón.

    Ocurre que de acuerdo a un informe realizado en 2019 por el Consejo Profesional Inmobiliario, de las 129 unidades funcionales que existen allí, el 40% no pueden ser adquiridas por diferentes motivos.

    La única “solución” a ese conflicto, que además requiere del cierre de la calle Del Valle Iberlucea entre Aristóbulo del Valle y Brandsen, sería una Ley de Expropiación. Pero el costo político de llegar a esa instancia es altísimo.

    La reforma que plantea el oficialismo desde 2015 requiere de la compra de las dos medias manzanas ubicadas detrás de los palcos nuevos.

    El proyecto, conocido como "Esloveno", en homenaje al arquitecto Viktor Sulcic, fue ideado e impulsado por Fabián Fiori, quien continuó su evolución y sigue muy vigente, al punto que tanto Juan Román Riquelme como Mauricio Macri se mostraron interesados por su propuesta.

    Entre los profesionales a cargo del nuevo equipo que trabajó en esta nueva propuesta superadora se destacan los elegidos por el ingeniero Juan María Cardoni, discípulo de Delpini y fallecido en 2018. Según ellos, se aumentaría la capacidad de la Bombonera en un mínimo de 25,000 lugares + 100 palcos VIP en solo 15 meses de obra, y solo tres sin jugar de local.

    También se propone un reacondicionamiento de la actual Bombonera, una nueva salida de los equipos según estándares FIFA y Conmebol y, para el barrio y la ciudad, un nuevo mirador turístico y un paseo comercial junto al estadio. Además, promueven la recuperación de la emblemática Torre de Homenajes, demolida en 1995 con los viejos palcos.

    Para construir un nuevo estadio en Casa Amarilla, Boca primero debería pedir una modificación del Código de Planeamiento Urbano. Es algo que ya intentó hace siete años, sin éxito.

    Otra complicación es que el Estadio de Boca está declarado de Interés Turístico de la ciudad de Buenos Aires y por eso, no podría demolerse para construir otro. Deberían mudarse y edificar un estadio moderno, por ejemplo en el Complejo de Ezeiza, pero eso parece que no será posible.

    El candidato Jorge Reale propone edificar una nueva Bombonera en la Isla Demarchi, tierras que en la actualidad son del estado nacional. Boca debería realizar la gestión política correspondiente para intentar adquirirlas. Si se concretase esa obra entrarían 112.000 espectadores sentados (en la actualidad entran 57.634 y no todos con butaca personal).

    “Podemos tener el mejor y más grande estadio del continente; uno como el que nos merecemos los más de 315.000 socios de Boca y que podría ser una de las sedes principales del Mundial 2030", dijo Reale sobre el proyecto.

    A cargo del anteproyecto está el arquitecto Enrique Lombardi, ex presidente de Estudiantes de La Plata, y responsable de los planos del estadio Uno (la nueva casa del Pincha) y el Madre de Ciudades en Santiago del Estero, el más moderno de la Argentina.

    Lo cierto es que si se diera esta posibilidad, habrá que resolver el tema de ingreso y egreso del público, ya que habría que construir tres puentes, para que puedan evacuarse las 120 mil personas que entrarían en el estadio y eso permitiría la salida de 30 mil personas cada 15 minutos, lo que demandaría una hora para que salga la totalidad de los hinchas.

    El candidato Andrés Ibarra propone construir un estadio para más de 100.000 espectadores en Casa Amarilla y unirlo a la Bombonera. El proyecto, creado por el Estudio LMA (Ledesma Mazzaglia Arquitectos) fue presentado el lunes 22 de mayo y plantea edificar la nueva Bombonera en el espacio que hoy ocupa el Complejo Pedro Pompillo, la Bombonerita y la Pensión sumando las dos medias manzanas que la Institución adquirió en 2016. Esto sería ventajoso porque esas tierras son propiedad del Club.

    Aparentemente, esta propuesta parece que entusiasma bastante, ya que el nuevo estadio estará unido físicamente con la Bombonera mediante un puente, y que además de los más de 100.000 hinchas que vean los partidos en vivo, otros 50.000 podrán alentar desde Brandsen 805, donde transmitirían los encuentros a través de pantallas gigantes ubicadas sobre los palcos inaugurados en 1996. Sus detractores aseveran que, si en la actualidad el barrio colapsa cada vez que 50.000 personas asisten a ver a Boca, todo sería peor si se triplicara la cantidad de gente (y de automóviles) en los alrededores.

    Solo resta esperar para saber cuál será la decisión de Boca y si logrará tener el estadio más grande que su adversario, River Plate.


    Susana Espósito - Publicada el Miércoles 14/06/23 Fuente consultada: La Nación - 9807 caracteres

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