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    Desde 01/01/2016




    La inseguridad en La Boca

    A pesar de la inseguridad presente en todos los barrios porteños, en algunos es peor, por ejemplo en la Boca. Cada vez son más los robos violentos, tanto de delincuentes a pie como de motochorros.

    Los turistas, que visitan Caminito, el estadio de Boca Juniors y otros puntos de interés, atraídos por el colorido que hace tan pintoresca esta zona de Buenos Aires, pasean distraídos, son víctimas de arrebatos de cámaras, relojes, billeteras y lo peor es que en algunas ocasiones resultan heridos durante el robo.

    Cámaras de televisión han mostrado imágenes de uno de ellos, con revólver en mano, amenazando a un turista en bicicleta para que le entregara su mochila y los casos más recientes son el del fotógrafo estadounidense, Joe Wolek, que fue apuñalado diez veces, salvando su vida por milagro y el robo de las zapatillas y mochilas a dos españoles.

    Desde la mañana temprano comienzan a llegar turistas, e incluso, durante el período escolar, son muchos los colegios que llevan a sus alumnos a visitar este barrio, donde funcionó el primer puerto de la ciudad y con una rica historia, ya sea la que tiene que ver con el tango que le dio nombre a su calle más recorrida (Caminito), como con la historia del Club Boca Juniors e indudablemente con Benito Quinquela Martín, uno de los pintores más queridos de nuestro país, que vivió allí e hizo tantas donaciones a ese barrio donde vivió y murió.

    Lo cierto es que los delincuentes tienen muy claro cuáles son las zonas turísticas más visitadas y conocen las costumbres de los turistas, su despreocupación, su curiosidad por meterse por otras calles no tan transitadas, que los lleva por lugares sin vigilancia y es así como son sorprendidos, atacados y robados.

    Lamentablemente, después del robo violento al mencionado fotógrafo, el gobierno de Estados Unidos ha sugerido a aquellos que viajen a Argentina, tomar todas las precauciones y en lo posible, no visitar el barrio de La Boca.

    Por esa razón, en el puesto de Atención al Turista del Gobierno porteño, situado en Caminito recomiendan no alejarse de ese perímetro. El mismo consejo repiten comerciantes y vecinos, quienes advierten que “el problema es que los turistas se mandan solos” a otras calles.

    En los senderos turísticos hay 18 policías que todos los días recorren la zona, entre las 9 y las 18. También se controla con cámaras de seguridad y monitoreo en tiempo real del patrullaje y la presencia policial.

    Sin embargo, caminar más allá del circuito tradicional implica ponerse en riesgo, porque hay menos presencia de policías y es ahí cuando los ladrones atacan.

    Los turistas son fáciles de reconocer. Pasean con mochilas vistosas o riñoneras, cámaras de fotos colgadas del cuello, celulares en las manos o en bastones para tomarse selfies. Algunos hasta tienen prendedores con el logo de la compañía de cruceros con la que llegaron a la ciudad.

    Algunos vecinos, conocedores de la movida del barrio han señalado algunos puntos críticos que deben tenerse en cuenta, como las esquinas del sendero de Garibaldi con Olavarría y Suárez y Garibaldi, donde una vecina comentó que se juntan grupos de chicos muy jovencitos que arrebatan las pertenencias de quienes circulan por allí, sobre todo al atardecer.

    Los comerciantes también indicaron que los lugares más peligrosos del barrio son el “Barrio Chino” y la “Villa Lamadrid” y, luego, “El Campito” y “La Cortada”. Cada uno tiene sus particularidades y algunos quedan a pocos metros del circuito turístico.

    ¿Cómo identificar estas zonas? El “Barrio Chino” está pegado a Caminito. Comienza en Garibaldi, entre Magallanes y el Riachuelo, y se extiende hasta la avenida Patricios, el límite con Barracas. Es una zona fabril con poco movimiento en sus calles.

    La “Villa Lamadrid” queda debajo de la autopista Balbín, unas seis cuadras al este de la zona turística. “A partir de Almirante Brown se convierte en una zona muy densa”, denuncia Alfredo Alberti, de la Asociación de Vecinos de La Boca. Y cuenta que los ladrones atacan a los turistas cuando se alejan de Caminito y de la Bombonera, y luego escapan hacia ese asentamiento para ocultarse. Agrega que también es un lugar “prohibido” para los boquenses: “Si te roban por ahí y hacés la denuncia, te preguntan para qué te metiste en ese lugar”.

    Otros vecinos detallan que Suárez, Olavarría y Lamadrid son algunos de los “corredores” preferidos por los ladrones porque conectan directamente el circuito turístico con la villa.

    También linderas con la cancha de Boca se encuentran las dos manzanas descampadas que todos conocen como “El Campito”. Los que frecuentan la zona aseguran que es “tierra de nadie” y además de robos, la mayoría de los vecinos dicen que es un aguantadero donde los delincuentes van a beber y a drogarse.

    Cerca está “La Cortada”, otro de los puntos peligrosos, en las inmediaciones de Villafañe y Del Valle Iberlucea, detrás de La Bombonera. Fue ahí donde asaltaron a los turistas españoles. “Acá le roban a la gente que pasa y también rompen los vidrios de autos y micros estacionados para sacar mochilas”, dicen los vecinos y además, coinciden en que desde que sacaron a la Prefectura, a mediados de 2016, que vigilaban el barrio y estaban por todos lados y a cualquier hora, los robos han aumentado y atentan contra el turismo y contra los hábitos del barrio: "Acá no hay más vida nocturna cuando antes se venía a bailar tango y a comer. Ahora los negocios cierran cuando cae el sol y los taxistas no vienen de noche”, explicó uno de los vecinos.

    Lamentablemente, en el último año en el área de Vinculación Ciudadana con la Seguridad del Gobierno porteño, se recibieron 1.600 reclamos de los vecinos y es deseable que estos datos, además de servir para diseñar un mapa del delito, puedan combatirlo, para que los porteños vivamos tranquilos y para no perder una importante fuente de ingresos que genera el turismo.


    Susana Espósito - Publicada el Martes 06/02/18 - 5875 caracteres