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    Paseo de la Historieta

    No es ninguna novedad enterarse que alguna escultura de Buenos Aires fue incomprensiblemente atacada y ahora las víctimas han sido algunas de las que integran el Paseo de la Historieta. Alguien se adueñó de la vincha y la pluma de Patoruzú y Don Fulgencio e Inodoro Pereyra también fueron atacados.

    El Paseo de la Historieta se creó por iniciativa del Gobierno porteño para rendir homenaje a los personajes más entrañables y famosos del cómic criollo. Mafalda, Isidoro Cañones, Larguirucho, las Chicas Divito y otras once obras que culminan con Inodoro Pereyra y Mendieta, pero lamentablemente, lo tal vez el gobierno no ha tenido en cuenta fue la ubicación de las esculturas. En principio están bastante distantes entre sí, pero además, algunas están emplazadas en lugares críticos, donde suele haber delincuencia, droga y consecuentemente, actos de vandalismo hacia el mobiliario público y los monumentos.

    Hace pocos días la escultura de Don Fulgencio, el personaje del dibujante Lino Palacio, ubicada en la esquina de Defensa y Venezuela, cumplió seis meses y han escrito con aerosol rojo las iniciales de su nombre: “DF”. En el brazo derecho le han roto un pedazo de la manga y parte de los hilos metálicos que sostienen los globos están oxidados.

    La escultura de Patoruzú, personaje creado por Dante Quinterno, emplazada en Paseo Colón y Belgrano sufrió la sustracción de la vincha y la pluma que llevaba sobre su cabeza.

    Lo mismo ha ocurrido con Inodoro Pereyra, que sufrió algunas pintadas, le dibujaron pestañas, una boca y otros garabatos sobre la cara con marcador.

    Los vecinos del barrio de San Telmo, donde hay gran parte de las figuras, cuentan que es común ver jóvenes con aerosoles, que pintan donde se les ocurre y nadie hace nada, no hay control de esta situación.

    Todas las esculturas fueron hechas a escala humana, para que la gente pueda mezclarse con ellas y sacarse fotos. Pero esto parece ser un atractivo también para los vándalos.

    Conociendo esta situación que se repite tan seguido, las esculturas fueron realizadas con materiales sin valor comercial, como epoxi y fibra de vidrio, pero que sí tienen un gran valor emotivo porque recuerdan no solo a personajes de historietas sino también a otros, como por ejemplo destacados cómicos, entre los que podemos citar a Olmedo y Portales, que han sido dañados gran cantidad de veces, Porcel y otros.

    A pesar de las quejas que hubo cuando se decidió enrejar las plazas, ha sido en algunos casos una solución para resguardar importantes monumentos de nuestra ciudad que forman parte de un patrimonio que nos pertenece a todos y deberíamos cuidar.


    Susana Espósito - Publicada el 26/03/14 - 2659 caracteres