El Luna Park en manos de la Iglesia

Situado en Avenida Madero 420, en el barrio de San Nicolás, es un tradicional estadio cubierto que había sido fundado por Ismael Pace y José Lectoure en 1931. Estaba originalmente destinado a eventos de boxeo, aunque fue testigo de varios de importantes acontecimientos en el siglo XX, encontrándose entre ellos actos religiosos, políticos, artísticos, deportivos y sociales.

Allí alcanzaron la victoria Nicolino Locche, Carlos Monzón y Pascual Pérez, entre otros. En cuanto a acontecimientos políticos, fue el lugar donde se conocieron el General Perón y Eva Duarte, durante el festival que se realizó para recaudar fondos para las víctimas del terremoto de San Juan, en 1944. Si hablamos del tango, allí fueron velados Carlos Gardel y Julio Sosa y también fue escenario de grandes artistas como Frank Sinatra, Liza Minelli y Luciano Pavarotti.

Al morir Tito Lectoure, el 2 de marzo de 2002, heredó el Luna Park su esposa, Ernestina. Ella falleció el 9 de febrero de 2013 y como el matrimonio no tuvo hijos, en su testamento dejó el 95% de Stadium Luna Park Lectoure y Lectoure SRL, a la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco y a Cáritas, representada legalmente por el Arzobispado de Buenos Aires.

Ambas Instituciones podrán hacerse cargo una vez que la Inspección General de Justicia (IGJ) resuelva la inscripción de la cesión testamentaria.

El 5% restante es conservado por un grupo de familiares y herederos. Miguel Ángel Lectoure, sobrino de "Tito" Lectoure y uno de los socios minoritarios de Stadium Luna Park SRL, explicó que, como ese trámite está pendiente y el trámite sucesorio aún está en curso, la sociedad que maneja el Luna Park está acéfala y los legatarios aún no tienen poder de decisión acerca del futuro del estadio, por eso, el Juzgado en lo Comercial N° 22 ordenó la intervención del Luna Park y la administración actualmente está a cargo del interventor judicial Gustavo Naveira. "Por ahora no se puede convocar a asamblea porque los legatarios (Cáritas, a través del Arzobispado, y la Institución Salesiana) no han sido confirmados como propietarios".

El predio fue declarado monumento histórico nacional en 2007, por lo que cualquier intervención o modificación que se quisiera hacer sobre el edificio necesitaría la autorización de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación. Además, el edificio fue reconocido en 2001 como sitio de "interés cultural" por la Ciudad.

Aunque hubo rumores acerca de que se construiría una torre de viviendas, esto fue desmentido por fuentes eclesiásticas que dijeron que se le dará un "uso comercial", como a otros inmuebles administrados por la Iglesia.

De acuerdo a lo publicado en el diario La Nación, el Luna Park no es la única propiedad que Ernestina de Lectoure dejó en manos de la Iglesia. Entre otros bienes, además del departamento donde ella misma vivía, locales en la avenida Santa Fe, más de diez cuentas bancarias y una caja fuerte, a Cáritas y la Sociedad Salesiana les fueron destinadas dos parcelas en el Jardín de Paz de Pilar. En tanto, los familiares y herederos de "Tito" Lectoure recibieron una bóveda en el cementerio de la Chacarita como único legado.

A las propiedades legadas se suma una millonaria colección de obras de arte de artistas como Quinquela Martín, Spilimbergo, Pettoruti y Soldi, destinados al museo Benito Quinquela Martín de La Boca, e importantes cifras de dinero de las que resultó beneficiario, entre otros, el apoderado de la señora de Lectoure.

Susana Espósito - Publicada el 21/01/13 - 3557 caracteres